Este sitio web tiene ciertas restriucciones de navegación. Le recomendamos utilizar buscadores como: Edge, Chrome, Safari o Firefox.

Envío gratuito en compras superiores a 90€ en Francia

Un aceite nutritivo de pétalos de rosa de 15 ml de regalo en pedidos superiores a 120 € y una leche solar FPS 30 de 100 ml de regalo en pedidos superiores a 200 €.

Pago en 3 plazos sin comisiones disponible a partir de 150€

Cesta 0

Entrega gratuita
Miniatura gratis
Protector solar gratuito
No hay más productos disponibles para comprar

Productos
Costo sin impuestos Gratis
Antes de los impuestos y gastos de envío.

Rosácea: ¿Cuál es su relación con el intestino y cómo tratarla?

La rosácea es una enfermedad crónica de la piel que afecta principalmente la cara y afecta la calidad de vida de millones de personas. Enrojecimiento persistente, pequeños granos, vasos visibles... esta enfermedad inflamatoria, a menudo confundida con el acné, evoluciona en brotes y requiere un diagnóstico preciso. Comprender la rosácea, sus causas y tratamientos es el primer paso para calmar la piel y recuperar la confianza en uno mismo.

¿Cuáles son las diferentes etapas de la rosácea?

Los sofocos, el calor y el enrojecimiento intermitente son signos tempranos y aparecen en personas jóvenes.
La aparición posterior de telangiectasias ( dilatación de pequeños vasos sanguíneos) es característica de la rosácea: se localizan cerca de la superficie de la piel. Esta anomalía vascular se caracteriza por enrojecimiento en las mejillas, la nariz, la frente y el mentón. A medida que la enfermedad progresa, este enrojecimiento puede volverse permanente y estar acompañado de vasos dilatados, esto se llama rosácea.

Estas rojeces están más o menos asociadas a granos cuyo color rojo atrae la mirada, con o sin pus. Estas lesiones pueden ser temporales o permanentes (forma papulopustulosa). En una etapa avanzada se pueden observar placas rojas infiltradas (forma fimatosa).

Otra forma, la rinofima, una hipertrofia granulomatosa de la nariz, es más rara y afecta casi exclusivamente a hombres mayores. También puede asociarse a los síntomas anteriores, rosácea ocular con manifestaciones similares a las de la conjuntivitis (arena en los ojos, enrojecimiento).

¿Cómo establecer un diagnóstico?

Sylvie Peres: La forma fimatosa debe ser un eritema persistente. En caso contrario deben asociarse otros signos que sugieran el diagnóstico: tirantez, ardor, dolor, picazón que son signos secundarios. Además, las variaciones hormonales (embarazo, menopausia, toma de corticoides en forma de cremas, sprays nasales o comprimidos) pueden ser desencadenantes. 

Tenga en cuenta que la rosácea no debe confundirse con el acné, que no tiene este componente vascular.

La rosácea siempre va acompañada de rubor, sensación de calor, y cuperosis, es decir dilatación de los vasos. Además, el acné en los adultos es más probable que se presente en el mentón y la mandíbula, mientras que la rosácea es más probable que se presente en las mejillas, la nariz y la frente. 

¿Cuáles son los desencadenantes de la rosácea?

Aunque la zona facial central tiene la particularidad de ser rica en glándulas sebáceas, con una densa red vascular y neurológica, a menudo poblada por demodex (ácaros de la piel), la fisiología sigue siendo poco clara. De hecho, además de los factores genéticos, existen efectos patogénicos del demodex. Pueden bloquear mecánicamente el folículo piloso y el conducto sebáceo generando inflamación, pero también desencadenar una reacción inmunológica. Tampoco hay que descuidar el posible papel patógeno de la flora bacteriana asociada (estreptococos y estafilococos), que explica ciertas similitudes con el acné.

Es importante tener en cuenta desencadenantes como el calor o el frío, el ejercicio físico, los rayos UV, las comidas picantes y el alcohol. En el caso de la rosácea, estos factores conducen a la liberación de neuropéptidos vasoactivos transmitidos por los nervios sensoriales, lo que perpetúa la desregulación en el origen de los síntomas. 

Piel e intestino: si no se establece el vínculo con Helicobacter pilori (agente de las úlceras gástricas), será necesario corregir las disbiosis intestinales, en particular los síndromes del intestino irritable. SIBO, o sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado, es un desequilibrio crónico de la flora intestinal que provoca, entre otras cosas, hinchazón y producción anormal de gases, dolor abdominal y diarrea y estreñimiento alternados. Si aparecen estos síntomas te recomiendo que consultes con un micronutricionista para analizar tu flora intestinal, realizar pruebas específicas para identificar el SIBO y adaptar tu dieta.

¿Qué tratamientos me recomendarías?

Sylvie Peres: En primer lugar, tendrás que abordar los factores desencadenantes, adoptar una protección solar estricta, evitar el calor o el frío, las comidas picantes, el alcohol si es posible y aprender a gestionar el estrés.

Algunas plantas pueden actuar sobre la microcirculación: castaño de Indias, vid roja, meliloto, ginkgo biloba, milenrama. Recomiendo tomarlos como infusión o complemento alimenticio. También equilibra minerales: selenio, cobre, manganeso y antioxidantes. La dieta debe seguir las estaciones: en primavera y otoño cambian las frutas y verduras, lo que tiene un efecto depurativo beneficioso.

1. Limpiar:

La limpieza debe ser suave y no irritante. Por la noche, realizar una doble limpieza con el Aceite Limpiador y luego el Jabón de Mango y Aguacate . Termine el enjuague rociando una niebla de agua baja en minerales para neutralizar la cal y el cloro del agua del grifo.
Por la mañana, en la ducha, limpia tu piel con Jabón de Mango y Aguacate . Es adecuado tanto para el rostro como para el cuerpo.

2. Hidratarse:

Hidratación adaptada al tipo de piel a menudo seca y sensible: aplicar la Crema Hidratante Pieles Sensibles mañana y noche, sin perfume para minimizar cualquier reacción. Su fórmula fina y envolvente hidrata en profundidad, alivia las rojeces y fortalece la barrera cutánea.
Si se asocia hiperseborrea (acné), aplique en su lugar Crema hidratante para piel mixta.

3. Proteger:

Cuando esté al aire libre, haga sol o no, aplique nuestro protector solar SPF50+ . Diseñado como una crema BB, enmascara las rojeces a la vez que regula la microcirculación.

4. Tratar:

Luego el tratamiento se adaptará a los síntomas:

Para enrojecimientos y sofocos transitorios, podemos ofrecerle MIRVASO, una crema a base de brimonidina, que se aplicará cuando se teme especialmente su llegada, así como los betabloqueantes. 

Los láseres vasculares pueden ser útiles en las primeras etapas, aliviando el enrojecimiento y mejorando la estética al eliminar el enrojecimiento. Estas sesiones de láser son importantes porque al actuar sobre el componente vascular que está en el origen de la inflamación cutánea previenen la transición a la cronicidad. En casos dolorosos se puede utilizar gel de lidocaína o incluso antidepresivos. 

Para tratar las manchas rojas (rosácea), en formas moderadas se pueden recomendar tratamientos locales, a base de ivermectina metronidazol (eritromicina (2%), clindamicina.

Dra. Sylvie Peres: Los prescribo en forma de preparación magistral para evitar excipientes. Fuentes tóxicas e irritantes de mantenimiento de la patología.

Rosácea ocular: aplicar compresas de Niebla de agua tibia, masajear suavemente para drenar el sebo. También puedes aplicar agua de sulfato de cobre y nuestro Contorno de Ojos reparador, regenerador, calmante y antioxidante. Además contiene principios activos que actúan sobre la microcirculación y son antiedemas.

En casos graves serán necesarios tratamientos orales: tetraciclinas, metronidazol, claritromicina y azitromicina, o incluso ivermectina oral si la infestación por Demodex es importante.

La combinación de estos tratamientos permite a menudo curar o incluso reducir el número de recidivas. Esperamos que estos consejos te ayuden a conseguir una piel sana.