En invierno, los vasos sanguíneos se contraen y la sangre se dirige principalmente a los órganos vitales para calentar el cuerpo. La piel recibe menos agua y sebo, por lo que se vuelve más seca y puede sentir tirantez o picazón.
1 - Varía las texturas
Para mantener una piel bonita, es fundamental hidratarla profunda y regularmente. Para el rostro, usar una crema hidratante adaptada a tu tipo de piel es más importante que nunca. Si tu piel tiende a volverse mucho más sensible, alterna tu crema habitual con una crema para piel sensible.
A continuación, una mascarilla hidratante ayudará a aliviar las molestias causadas por el frío. Su textura lujosa y aterciopelada proporciona el máximo confort a todo tipo de piel, incluso las más sensibles, y nutre en profundidad.
Para el cuerpo, un bálsamo rico en ceras y aceites vegetales asegurará una hidratación duradera y reconfortará las pieles más secas.
En invierno, los labios están más expuestos al frío y son más frágiles porque carecen de película hidrolipídica y, por lo tanto, no pueden protegerse tan bien como otras zonas de la piel. Como resultado, pierden elasticidad y pueden agrietarse.
Nuestro bálsamo labial, enriquecido con ingredientes activos naturales de alta calidad, desempeña un papel protector y reparador . Su ingrediente activo... Luteana TM: una microalga tahitiana - Calma la piel sensible, reduce la inflamación, disminuye la sensibilidad cutánea y fortalece la barrera cutánea. Este innovador ingrediente activo natural contiene ácidos grasos poliinsaturados de la familia omega-3 y ficoesteroles que calman la piel sensible y dañada.
2 - Protege tu piel del sol
A menudo lo olvidamos, pero incluso en invierno, el sol sigue agrediendo nuestra piel. Nuestra piel no está preparada para ello, y aunque la protección UV no es necesaria en la ciudad, sí es esencial durante una larga caminata o al esquiar. La nieve refleja el 85 % de los rayos UV, y cuanto más alto se está, más dañinos son los rayos del sol, por lo que aplicamos altos niveles de protección solar , incluso en días nublados.
3 - Adopta una dieta anti-resfriado
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Nuestra dermatóloga aconseja beber al menos un litro de agua al día porque en invierno la piel se deshidrata tanto como en verano. |
Durante el invierno, priorice los alimentos con omega-3 , estos ácidos grasos esenciales que garantizan la cohesión celular y la impermeabilización de la epidermis. Se encuentran en el aceite de borraja, el aceite de colza, los canónigos, las nueces, el pescado azul o las semillas oleaginosas (pipas de calabaza, semillas de chía). También añada vitamina C con naranjas, kiwis o coles.
Por último, y esto es así durante todo el año, evita en la medida de lo posible los alimentos procesados que contengan grasas saturadas, ya que aumentan el riesgo de irritación de la piel.