¿Qué es la doble limpieza?
La doble limpieza se divide en dos pasos: la primera fase de la doble limpieza elimina el maquillaje, las impurezas y la contaminación. Y el segundo paso utilizando jabón permite limpiar profundamente la piel para que quede libre de todas las impurezas.
¿Por qué es esencial tener una piel bonita?
La doble limpieza es fundamental para mantener una piel sana y luminosa ya que elimina impurezas, maquillaje y contaminación con aceite limpiador. Como recordatorio, las impurezas son sustancias grasas. La grasa atrae grasa, por eso el aceite ayuda a eliminarla mejor. Una vez que la piel esté libre de maquillaje y/o filtros minerales de protectores solares, es importante limpiar y reequilibrar la flora utilizando jabón de mango y aguacate de saponificación en frío. El último paso es pulverizar una fina capa de agua para neutralizar el cloro y la cal del agua del grifo y evitar cualquier estanqueidad.
El ritual
Su fórmula contiene un cóctel de aceites vegetales orgánicos que preservan la barrera cutánea de la piel. Al contacto con el agua se transforma en una deliciosa emulsión lechosa fundente. Apto para todo tipo de pieles, incluso las más grasas, elimina las impurezas acumuladas a lo largo del día sin dejar una película grasa en la superficie. “Los aceites vegetales tienen una gran afinidad con la piel y son muy bien tolerados, incluso por las pieles grasas”. Dra. Sylvie Peres
En verano es importante practicar una doble limpieza incluso si no usamos maquillaje porque ayuda a eliminar los restos de protección solar que dejan los protectores solares.
Paso 2: Jabón de mango y aguacate
El Jabón fue uno de los primeros productos de la gama Alaena porque cumple un paso esencial en el ritual de belleza para una piel sana: la limpieza. Tras constatar los efectos nocivos del gel de ducha sobre la piel (eccemas, manchas, sequedad, etc.), la Dra. Sylvie Peres decidió volver a los métodos ancestrales ofreciendo un jabón saponificado en frío. Este método conserva todas las cualidades de las materias primas y produce glicerina de forma natural, una sustancia hidratante altamente nutritiva.
El Jabón de Mango y Aguacate está formulado con leche de burra, aceite de coco y aguacate, mantecas de mango y karité. Reequilibra el pH y regula la flora de la piel dejando un velo hidratante en la superficie. Está elaborado artesanalmente en un taller del Pirineo, a pocos kilómetros de nuestras oficinas.
Un ritual sencillo y ecológico para toda la familia, para el cuerpo y el rostro.
Segundo paso de la doble limpieza , el Jabón de Mango y Aguacate formulado con leche de burra, aceite de coco y aguacate, mantecas de mango y karité. Reequilibra el pH y regula la flora cutánea dejando un velo hidratante en la superficie.
¿Este ritual es adecuado para todo tipo de piel?
Suave y eficaz, la doble limpieza es adecuada para todo tipo de piel, incluso las grasas.
Dra. Sylvie Peres: A menudo, en verano, tendemos a usar menos maquillaje y, por lo tanto, evitamos quitarlo por completo. Recomiendo mucho la doble limpieza por la noche, ya que ayuda a eliminar los residuos de filtros minerales de los protectores solares y elimina la sal y el cloro.
¿Cuáles son los errores que debemos evitar al limpiar?
Dra. Sylvie Peres: ¡Utilice aguas micelares! Sin enjuague ni sensación grasa, capaces de eliminar todas las impurezas en un solo paso, lo tienen todo para agradar. Y, sin embargo, para ser eficaces, contienen micelas. ¿Y qué son estas micelas? Tensioactivos, es decir, componentes químicos de los detergentes, que pueden ser cancerígenos. Eliminan todas las impurezas a su paso... ¡pero nuestra barrera hidrolipídica con ellas! Como resultado, nuestra piel se debilita, se irrita y se reseca.
La limpieza de la piel es esencial porque elimina las impurezas y permite que la piel respire, pero hay que tener cuidado: una limpieza demasiado agresiva daña la barrera protectora natural de la piel, volviéndola permeable a las agresiones externas y más sensible. Además, retenemos las impurezas que intentábamos eliminar porque la mayoría de las veces el agua micelar no se enjuaga.