¿Puedes presentarte?
Nací y crecí en Biarritz, donde el océano y la naturaleza eran parte integral de mi vida diaria. Después me mudé a París para estudiar. Cursé un curso preparatorio y luego me incorporé a la escuela de negocios HEC Paris, donde rápidamente me dediqué al emprendimiento. Durante mis años sabáticos, pasé un año y medio en Australia. Me alegró volver a estar cerca del océano y pude prosperar en mi trabajo lanzando una startup educativa. Cuando llegó el momento de regresar a Francia para terminar mis estudios y cursar un máster en emprendimiento, pensé en lo que quería hacer. Quería emprender un nuevo proyecto, más cerca de mis pasiones, mis valores y, por supuesto, mi familia.
¿Nos puedes contar algo de Maison Alaena?
La casa Alaena es un lugar para vivir lejos del bullicio, un remanso de paz para desconectar sin salir de la ciudad. Nos comprometimos a combinar la amabilidad y la delicadeza de una hospitalidad íntima con la experiencia médica para que todos puedan encontrar un bienestar duradero. Es un espacio confidencial, donde puedes venir a (re)descubrirte un poco con una clase de yoga, una consulta con un experto, un tratamiento facial, un masaje o una taza de té para contemplar la más hermosa vista de los tejados de París. Olvidamos las pequeñas preocupaciones y el tictac diario. Cambiamos de universo, nos relajamos. Los ruidos han desaparecido. Podemos respirar. Por fin.
La casa Alaena
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¿Qué es lo que más te entusiasma de este proyecto?
Diría que es tanto el deseo, o quizás el sueño un tanto utópico, de llevar felicidad a cada persona que viene a vernos como la pasión por crear algo concreto. Me gusta pensar que mi trabajo tendrá un impacto, que permitirá a quienes me rodean sentirse mejor, liberarse y florecer. Cada día, es emocionante abrir un espacio. Hay que pensar en cada pequeño detalle, intentar contar una historia a través de objetos, olores, sonidos y reinventarse constantemente, creando sorpresa. Es un proyecto que me permite conocer gente maravillosa y apasionada, y espero poder contribuir a destacar su saber hacer.
Te sumas a la aventura familiar, ¿qué significa eso para ti?
Soy la menor de la familia. Seguí el lanzamiento de Spa Alaena y Alaena Cosmétique con gran admiración por mis hermanas y mis padres. Hoy es un orgullo unirme a esta aventura y contribuir a la escritura de nuestra historia. Me gusta la idea de que estamos construyendo algo duradero juntos, lo más cercano posible a nuestros valores. También es la oportunidad de compartir más cosas, descubrir nuevas facetas de su personalidad y seguir creciendo junto a ellos.
¿Qué te inspira diariamente?
Nuestra madre nos enseñó a observar, a maravillarnos con la naturaleza y a mantener la curiosidad por el mundo que nos rodea. Intento seguir estos preceptos, dejarme sorprender y guiar por mi entorno: la naturaleza, la lectura, los encuentros, todo lo que vemos, lo que tocamos o lo que oímos...
¿Cómo te cuidas?
Intento aprovechar cada oportunidad para escaparme y tomar aire fresco. Cuando estoy en la Costa Vasca, hay mar, surf y montañas. En París, es un poco más complicado, pero correr y hacer yoga me permiten despejar la mente.
Y ahora está Maison Alaena, ¡y desde aquí la ciudad es mucho menos agobiante! La micronutrición me ha ayudado mucho últimamente. Siempre he cuidado mi alimentación, pero casi comía demasiado y he desarrollado muchas deficiencias. He aprendido a comer mejor, tomo suplementos adecuados y, poco a poco, estoy recuperando el equilibrio. En cuanto a cosméticos, tengo una rutina diaria bastante sencilla. Uso la crema hidratante para piel mixta , el jabón de mango y aguacate y el aceite capilar nutritivo . Los domingos por la noche, me gusta hacerme un peeling y aplicarme el bálsamo corporal . Noto el efecto inmediatamente en mi piel y, perfumada, me siento lista para una nueva semana. He aprendido a encontrar las pequeñas cosas que necesito para sentirme bien; creo que lo principal es tomarse tiempo para una misma, no olvidarse de uno mismo y aprender a escucharse. ¡Pero no siempre doy el ejemplo!