| Sandrine vive y trabaja en el suroeste de Francia, entre Burdeos y el País Vasco. Fotógrafa especializada en arquitectura, tomó todas las fotos de Villa Sion, la nueva sede de Alaena Cosmetics. Conócela. |
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¿Cual es tu trayectoria?
Soy arquitecto e historiador del arte de formación. Actualmente trabajo como fotógrafo especializado en arquitectura. Tras graduarme del instituto, comencé a estudiar historia del arte y arqueología, y posteriormente me matriculé en la Escuela de Arquitectura de Burdeos, donde obtuve mi diploma de arquitecto mientras continuaba mis estudios de historia del arte.
¿Qué lugar ocupa la fotografía en tu vida?
La fotografía y la arquitectura ocupan un lugar esencial en mi vida. Siempre me ha encantado tomar fotos. De pequeño, mi madre me compraba una cámara desechable para las excursiones escolares. Mucho después, cuando se compró una pequeña cámara digital, me regaló su vieja cámara Konica de película. Era una cámara muy sencilla, que no requería ajustes más allá del encuadre. Siempre la llevaba conmigo. Y poco a poco, fui actualizando el equipo para tener herramientas más sofisticadas y seguir aprendiendo a usarlas. Luego, un reportaje llevó a otro, y se convirtió en mi profesión. Y más que una profesión, es una forma de vida.
Villa Sion – ¿Qué te evocó este lugar?
Villa Sion es un testimonio de la grandeza de Biarritz a finales del siglo XIX. Me recuerda a Villa Natacha, ubicada en la misma calle, cuyo jardín se utiliza a menudo para eventos arquitectónicos. El barrio de Beaurivage alberga muchas joyas arquitectónicas ocultas y espacios completamente inesperados. La magia de mi trabajo reside en poder descubrirlos.
¿Cómo fue tu encuentro con el equipo de Alaena?
Conocí a Chloé (gerente de atención al cliente de comercio electrónico en Alaena) mientras estudiaba historia del arte en la universidad hace 17 años. ¡Alaena ni siquiera existía! Pasamos un día maravilloso juntas. ¡Todo el equipo fue fantástico!
¿Cuál es tu relación con los lugares/objetos?
Los lugares evocan emociones en quienes los visitan. Estas emociones pueden ser agradables, desagradables o neutras. A veces, varias emociones pueden surgir juntas. Lo que intento transmitir en mis imágenes es la atmósfera, el espíritu de los lugares fotografiados. Ese algo indescriptible que caracteriza a ese espacio. Los objetos también tienen el poder de despertar emociones y contribuir, a su manera, a crear una atmósfera. Los utilizo para moldear el espacio, o para habitarlo, como una presencia silenciosa, pero la mayor parte de mi investigación gira en torno al espacio.
¿Cuales son tus proyectos futuros?
Este nuevo año promete ser un año lleno de acontecimientos. Acabo de llegar a Alemania, donde pasaré tres meses con una beca de investigación en fotografía de arquitectura. El objetivo será desarrollar un proyecto de fotografía contextual para la ciudad de Múnich. Esta investigación dará lugar a dos exposiciones, una en Múnich y otra en Burdeos.
¿Dónde encuentras inspiración?
La inspiración se encuentra en todo lo que nos rodea. La historia del arte también ofrece una fuente inagotable de inspiración, y a menudo recurro a ella. Debo decir que el País Vasco y su cultura me inspiran mucho, no necesariamente de forma directa, pero, por ejemplo, me fascinan el cielo y las nubes veloces, las montañas y las rocas, el océano y los horizontes, pero también el mundo rural.
Crédito de la foto: Sandrine Iratçabal.